Tus petardos [hacia mi]

No me sorprende esa mirada perdida,
ya antes la había observado en ti pero la intensidad no era igual,
y tus labios se mueven con tan semejante dificultad,
hasta con distorción se nota tu inseguridad, tratas de escapar,
pero lo que me atormenta es si la realidad que vives conmigo es de la cual quieres huir,
gasto mis viejas plumas en escribir cada relato sin sentido, [que te importa]
retomas la inseguirdad para esconderte de la verdad, tiemblas del miedo,
tanto te afecta... Que jamás piensas en lo que yo por ti espero,
y me derrumba tu mirada, tan desnutrida, ¡quién fuera tu!
Tanto temor reunído que tus latidos uno a uno escucho,
es el sonido agudo de tus mentiras,
es curioso, en cada mentira parpadeabas...
En cada verdad sonreías, la platica continúa pero perdió sentido,
pero aprendiste a mentir tan bien que llegué a creer que todo en tí era verdad,
mi paciencia, inconciensia y mis textos,
todo reunído para tí, ¡siempre estuvo ahí! ¡Para tí! Perdón si me exalté,
aún tienes el poder de elegir como seguir con esto...
la respuesta es solo un suspiro, seguramente mentiras,
mentiras, verdades y confusión. Reiniciando.
Pero dime ya, responde con mentiras verdaderas como tu solo sabes...
Así tan espontáneo seguimos jugando y al final yo siempre pierdo.
¿Qué buscas? ¿Una lagrima? No estás buscando bien,
pero me encuentras a mi... De nuevo contemplando tu mirada vacía,
una vieja y desgastada figura, si, ¡ese mismo!
Elevación, la nuestra no es en vano, de nuevo tu mirada vacía pero a la vez tan llena,
pero aún así, aunque pidieras... Las heridas de tu indiferencia no cicatrizarán tan fácil,
tales motivos me obligan a cerrar los ojos, a embriagarme de nuevas mentiras,
envuelto al final en tanta falsedad, solo nos queda hablar y seguir hablando.

Miguel pastillas
Lunero mutilado
Ikan yorke