Visita anticuada.

He dormido entre tus piernas,

esta noche entraré a tu habitación
con el fin de atarte y hacerte gritar,
voy a desesperarte, voy a contagiarte mis pasiones
arrancar tus ropas y volverme bestia,
voy a tomarte, parte por parte, convertirte en pequeños pedazos de

furia, estrecharte y unir cuerpos, echar tus gritos por la ventana,
sentirte cada vez más cerca, calcularte cada centímetro,
tus ojos en otro mundo, dudo que sea un orgasmo,
quizá si me detengo ahora... Y te invento otro nombre, si uso una máscara, y tú sólo los tacones,
tus muslos en mi espalda, muerdes tus labios y aguardas...
Discernes nuestros cuerpos, yo el pasto, tú el árbol,
este sudor y mis escalofrios, quiero pensar en mi mientras tu tiemblas,
siento como las raíces me traspasan y van más allá de esto que tocas, llegan hacia lugares reconditos, esos que encierras en circulos en el periódico, los que ocultas tan obstinadamente de mí; y no te creo, antes de mi hubieron más y dices que juntos gozamos, he decidido prender la luz, descubrir tu gesto exagerado, tu sexo de engaño, me duelen los ojos de ti, el sentimiento muere al llegar a mi orgasmo y no quiero ya encontrarte espiando en mis horarios, no te quiero dentro de mis callejones, es rápido y escapo por la puerta, alguien llegó,
esta vez te dejaré adivinar.

Miguel pastillas
Olei