Tu que imitas [ahora no]

Al despertar tengo miedo, las marcas aceleran y te veo,
¿porqué es igual a mi?
si parpadeo lo haces, si te grito me respondes,
me voy y me persigues, chocamos,
me pregunto el por que de tu incistencia, mas no eres mi sombra,
quiero borrarte, tu parentezco me intimida,
en veces levantas mi ego, otras mas te burlas de mi llanto,
mi otro yo, no has sido invitado a mi casa,
y en mil piezas tendra que irse del tocador, sin mi reflejo,
¡Me sigues viendo y no sé que opinas! ¿Ya eres varias veces yo?
No te irás, me rindo...
no me excluyas aún que aquí yo mando,
tengo la solución, por las noches me sacaré los ojos,
una y otra vez, ¿qué digo? No más en mi pupila,
aclaro mis dudas al saber que tu sigues observándome, este ciego o no...
Me conmueve saber que me miras distraído, ¡invicto!
Sonrío y jamás vere tu recuerdo, [no tienes pasado ni presente]
olvida lo que te conté al oído mientras solo me encontraba, llora con mis ojos ahora...
Si pudieras ser yo, si tus movimientos fueran tan reales, yo usurparía tu lugar
y por así decirlo, tu ocuparías el mio, con esos ojos, con eso que de mi robaste observándome,
no ayudas en el sentimiento, aunque solo podría dar vuelta y correr, desaparecernos en una no imagen,
sin valor a lo nuestro, amplias cual portal hacia lo desconocido, mi vista: opaca. Renaces.
Somos uno, tú en material sólido, yo en carne,
mientes ahora, te alejas y yo fijo, ¿covalentes? No te entiendo traidor.
Muy dentro de este reflejo mi corazón a sido tomado de una forma brutal...
Momentaneamente vacio, insano y alentador, de espaldas ambos, sin pensar en voltear,
apuesto que me sueñas, que haces más que mirarme, nos agradamos [finalmente]
era de esperarse, recuerdo cuando contigo de niño jugué, que monótona vida la mía y la tuya.

Miguel pastillas
Lunero mutilado