nous sommes explosivos

Me sentía colapsado, pero siempre la sangre corría,
luego, nos olvidamos; desaparecemos,
comprendo que debía perderme desde antes y sin ti,
pero no fue, sino que nos contagiamos hasta la enfermedad y morirnos desposeídos uno del otro,
pero nunca caímos en orgasmos ni viceversa,
no éramos, no sucedíamos, estábamos entre puntos geográficos equidistantes, existíamos sólo en partituras de pianos que jamás volverían a ser tocados,
y ví que me miraste de reojo mientras acelerabas, como que querías decir algo que nunca tuviste en mente, algo que nunca se pudo mencionar de lleno,
me condujiste a otra escala,
ya no sé pensar, ahora llevo la vida al revés,
y mi voz ya no es mi voz, ni el hombre que está en mis ojos en el reflejo es el mismo,
siento que regreso al desayuno y tus ojos están en él,
pero no eres tú, son vestigios de olvido,
me voy por el lavamanos, el sueño toma camino, me inyecto, qué destino,
soy lo que se desprende de mí, no el núcleo,
sino esto que me rodea, no la piel,
soy el hombre desarmado fuera de mí, de lo que ya no soy,
lo que nunca supe si fui, o si quise ser, ya me olvidé y te olvidaste de algo esencial,
y todo esto se convirtió en un intento de hacerte recordar,
algo que ambos olvidamos;
que la vida, que la muerte, recuerda cada una como una sola. Me destrozas.

Lunero mutilado
Olei