Como una bomba que explota,
es el despertar del sol,
que ahuyenta todo de algún modo,
para inventarte cada día,
esto ya no es poesía, te digo,
vos sos el sol,
no miento, tu brillo me lo impide,
tus daños son visibles, irreversibles,
desde adentro, intenso como fuego que arde con furia hacia mi, día a día, qué poesía, que ironía,
eres la mediación entre la luz y las sombras, entre cada tonalidad reflejada en mi rostro,
eres la burla de lo oscuro, de lo que viene siempre a acorralarme y me hace sudar entre sábanas,
me despiertas,
me despiertas otra vez,
te cultivo,
eres el rastro que dejo, mis huellas que siguen las tuyas, aún lejos noto tu figura, pura, impura,
existes antes y después de mí,
vivo en función de ti,
negativo - positivo, vergüenza vaga que invade, ya no sé qué inventarte,
en cambio tú me inicias, vos hacés el día y la noche,
soy tu espacio de recreación, me pisoteas,
me reemplazas cuando quieres,
ya no me muerdes, ahora me comes, me comes, me comes, me comes, me procesas, me comes,
no es canibalismo, no es poesía, es mierda, es nada,
extraño pensar saber qué es lo que quiero decir,
sos el sol
sos todo alrededor
sos el brillo que me ciega para saber quién soy, qué soy,
no siento nada
no soy nada
soy polvo, nada, no sé, con tanto brillo me confundo, atrapame una vez más,
que los destellos de tu despertar me tranquilicen,
y me lleven lejos, allá desde donde te veía llegar,
hasta convertirte invisible y solamente sentirte,
saberte presente
y morder mis labios hasta no decir palabra, mudo al fin, a tu lado un último susurro, inescribible.
Olei
Lunero Mutilado